viernes, 15 de noviembre de 2013

“El cerebro es la zona más erógena del cuerpo” afirma J.M. Angler en su libro “En busca de la Sexcelencia”

“Se equivocó Woody Allen cuando dijo que el cerebro era su segundo órgano preferido”, sostiene J. M. Angler en su transgresor libro “En busca de la Sexcelencia”. Y sentencia: “porque el cerebro es la zona más erógena del cuerpo humano. Dale una idea y si está animado te la convertirá en un asunto sexual”.
J. M. Angler recuerda a aquel padre que acude con su niño al psiquiatra y éste le hace un test. Le dibuja una raya horizontal y el niño responde que es una cama donde fornica una pareja. Le dibuja una raya vertical y el niño confiesa ver el tronco de un árbol detrás del cual hay una pareja fornicando. Le dibuja un círculo y el niño le comunica que eso es una cama redonda llena de gente dándole marcha al sexo. Visto lo cual, el psiquiatra le confiesa al padre que no hay duda, que el niño es un obseso sexual. Y el padre le responde: ¡Es que usted no dibuja más que guarradas!”
“En busca de la Sexcelencia” convierte al lector en un cómplice de un método de trabajo empresarial que rompe todos los esquemas al sentenciar que “los negocios no pueden seguir siendo algo aburrido, sino un terreno donde desarrollar con alegría las fantasías de los creativos y los emprendedores”. Y el autor de “En busca de la Sexcelencia” remata: “el futuro de los negocios pasa por una visión desenfadada, por una cordialidad manifiesta y por una gran dosis de reírse de si mismos. Y el que no avance por ahí, tiene su negocio a punto para entrar en pérdidas.
“En busca de la Sexcelencia” no es sólo una sátira de los manuales que en pocas páginas te prometen negocios fabulosos, sino también la forma más divertida de ver la parte más seria del mundo de las empresas. Consejos útiles, muy útiles, que hay que seguir a pié juntillas para triunfar en el mundo gris de la competitividad.
Ya sólo faltan dos días para que los libreros vuelvan a creer que hay libros que pueden cambiar la vida de las personas. Dos días para desvelar los mejores secretos y las más divertidas historias del mundo erótico-empresarial. El viernes 15, miles de ciudadanos empezarán a leer con avidez, lápiz en mano para tomar notas, el éxito editorial de este otoño, del invierno y de los próximos años: “En busca de la Sexcelencia”.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Ábranse de piernas y déjense hacer con “En busca de la Sexcelencia”

El colectivo de psiquiatras de la Costa Oeste ha decidido recomendar la lectura de “En busca de la Sexcelencia” a los empresarios al borde del suicidio y a los deprimidos. Pero el libro no está todavía a la venta en los Estados Unidos por culpa de su autor. En efecto, J. M. Angler endosa personalmente una fotocopia del original, por courrier, a quien antes le haya enviado un talón de 10.000 dólares. Lo ha vendido ya a más de dos mil managers; hagan cuentas y verán por qué no lo edita para librerías de una puñetera vez.
La cuestión es : ¿por qué sale primero a la venta en librerías en España? Sencillamente porque Angler tiene antepasados españoles (María de los Ojos Prietos se llamaba su abuela materna) y porque sabe de la crisis española, “la más estúpida que conozco –dice- pues basta con que metan en la cárcel a diez mil chorizos …si tienen suficientes cárceles, claro”.
Y la otra cuestión es: ¿es eficaz el método Sexcelencia? ¡Ah, pero alguien lo duda! Ya han dimitido tres altos cargos de la administración Obama nada más leerlo. “Se han pasado a la empresa privada para aplicar el método y gozar de grandes éxitos” afirma un informe de la CIA. Hay otras cuestiones, pero J. M. Angler está cansado de responder preguntas. Prefiere preguntar él: “Usa usted braguero cuando juega al tenis?, pues léase mi libro y dejará los suspensorios en casa”. O bien: “¿Ya ha olvidado que la lectura es un placer? Pues léase mi libro y… ¡le dará un gustirrinín!”
“En este mundo en el que lo difícil no es sacarse a una mujer o a un hombre de encima, sino sacárselo de debajo –sentencia Angler- “En busca de la Sexcelencia” nos hace abrirnos de piernas a ideas revolucionarias y dejar que la imaginación fluya con fruición, incluso lascivamente” Ya sólo faltan cinco días (Noé tuvo que esperar 40 días y 40 noches) para descubrir cómo convertirse en un empresario lanzado hacia el éxito erótico.